La primera vía verde de Baleares es una infraestructura ferroviaria reciclada como itinerario no motorizado que recorre parte del trayecto del antiguo ferrocarril Inca-Artà. Aunque el histórico tren se limitaba a unir los pueblos del levante mallorquín, hacia la mitad del recorrido pasa muy cerca de la costa, brindando magníficas vistas al mar. En Son Servera conecta con un carril de bicicletas que baja hasta las playas de Cala Millor, Cala Bona y Costa de los Pinos. También se puede acceder fácilmente a las playas de San Llorenç des Cardassar (S’Illot, Sa Coma y Cala Millor), la reserva natural de Punta n’Amer y al parque natural de la Península de Levante.
La vía verde del levante mallorquín es un espacio singular en el que contrastan los campos de cultivo, los espacios naturales vírgenes y bellas muestras del patrimonio histórico y cultural del este de Mallorca. Durante los 29 kilómetros de recorrido se pueden contemplar los restos talayóticos de Son Servera y Artà, así como infinidad de conjuntos monumentales y cascos históricos como el de Manacor, Artà o Son Servera. Además, el camino está repleto de paneles informativos en los que se detalla la flora y fauna que habita en los alrededores.
Al no permitirse vehículos motorizados de ningún tipo, el corredor verd Manacor-Artà es uno de los caminos más seguros y asequibles para todas las edades y estados físicos. Se puede recorrer en varias etapas, en función del nivel de cada persona, o de si se recorre en bicicleta o a pie.
El acceso más cercano desde las villas de Cap Vermell Estate es el de Son Servera: la vía verde cruza con la calle de Formentera. El carril bici que baja de Son Servera hacia la zona de playas coincide con la vía verde durante unos metros y se puede acceder desde un pequeño parque y el circuito bio-saludable.