La playa de Canyamel, de arena fina y suave, es un arenal tranquilo que ha crecido junto a la desembocadura del Torrent de Canyamel, hábitat de aves marinas y patos. Es de longitud media y muy cómoda gracias a su anchura. Está bañada por aguas limpias y transparentes y cuenta con suficiente profundidad para el fondeo de embarcaciones.